Vinilos adhesivos para la decoracion de paredes, con nuestra imprenta online.

Una de las tendencias decorativas que se está imponiendo en la decoración de interiores (e incluso de exteriores) es la utilización de vinilos, una especie de pegatina de diferentes tamaños y motivos para todos los gustos (floral, animal, geométrico…), que se coloca sobre la pared pintada o empapelada, así como sobre superficies de madera, en el caso de algunos muebles, aportando un toque original y diferente o incluso un valor añadido al redundar en un determinado estilo, como el japonés en el caso de vinilos de iconografía japonesa.

Aunque hay una gran variedad de modelos con medidas estándar, algunas firmas ofrecen la posibilidad de que el cliente pueda solicitar o encargar un vinilo con medidas concretas (diferentes a los estándares) para colocar en una puerta determinada, ventana, mueble, cristal, azulejos o sobre la pared misma, las zonas más habituales para su colocación, aunque también se puede pegar sobre un papel de pared, siempre y cuando todas estas superficies sean extremadamente lisas.

Su colocación es muy sencilla pero hay que tener en cuenta que las superficies deben estar lisas (como ya se ha apuntado), limpias y secas. De lo contrario, podrían quedar bolsas de aire entre el vinilo y la superficie donde se ha pegado lo que, a la larga, lo deterioraría e incluso podría ocurrir que algunos de sus extremos se despegasen. También puede ser utilizado para decorar exteriores, teniendo en cuenta que a la intemperie y dependiendo de lo expuesto que esté a los agentes atmosféricos como el sol, la lluvia o el aire, puede durar unos cuatros años. En interiores el vinilo se conserva en buen estado por mucho más tiempo.

Además, un mismo vinilo suele presentarse en diferentes opciones de color, lo que permite su combinación con otros elementos y colores de un mismo espacio. Y en caso de querer colocarlo en un cristal transparente, no hay problema, ya que no se aprecian restos de pegamento; es decir, se ve perfecto por ambos lados del cristal.

Esta pegatina decorativa se presenta resguardada entre dos capas, una gruesa que lo protege y otra transparente que sirve de hoja de aplicación. El vinilo puede ser un sólo dibujo o tener hojas, flores o formas geométricas sueltas para distribuir según el espacio y el capricho personal de cada uno.

Su colocación, insistiendo siempre en que sea sobre superficie lisa y limpia, es muy sencilla. Se determina la posición del vinilo en la zona que se desee y se fija la capa protectora con un poco de cinta de carretero. Después se despega la parte posterior, donde viene el pegamento (como si se tratase de un forro de libros adhesivo) y se presiona sobre su superficie con la ayuda de algún paño o similar (objetos que no rasguen la superficie) para fijarlo. A veces quedan pequeñas burbujas de aire que pueden desaparecer al cabo de los primeros días. Si no es así, se puede pinchar con un alfiler frotando esa zona para eliminar el aire. Importante es saber que una vez quitado el vinilo, ya no se podrá volver a pegar.

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